En una época digital, en la que el papeleo y la burocracia se agilizan a límites insospechados para un observador del pasado, las empresas deben tomar parte y decidir si avanzan a la vez que el mundo, o si continúan con los procesos productivos de hace años porque, en su momento, funcionaban muy bien.
Ahora bien, el primer gran desafío que tienen es la financiación de esa actualización de equipos y procesos, unos cambios que son caros y que, dependiendo del sector, valen más o menos la pena. Sin embargo, en España se destinarán unos 30 millones de euros de media a la digitalización de las empresas, lo que muestra la tendencia que existe.
Así lo recoge el informe realizado por la firma Coleman Parkes para Couchbase, que además muestra que el nivel de inversión de la empresa española supera con creces la media global, que está en 33 millones de dólares. Es decir, España es el segundo país, tras Estados Unidos, que más invierte en tecnología, muy por encima de otros países europeos como Alemania, Italia, Francia o Reino Unido.
El tipo de empresas a las que se refiere el análisis son las que cuentan con más de 1.000 trabajadores, un tipo de compañía en España menos habitual que en otros estados.
Pero no es tan simple, porque ese gasto en digitalización no se produce progresivamente, sino que el 68% de los CIO (Chief Information Officer) admiten que sus prioridades de transformación digital han cambiado en los últimos tres años. El problema: un mercado muy dinámico que requiere constante adaptación.
Esto implica también que las empresas tengan un enfoque más reactivo ante los cambios del sector y las preferencias de los clientes con el fin de mantener ágil a la organización, como afirman la mitad de los CIO encuestados.
El punto a favor es que esos cambios en los objetivos hacen a las compañías más resistentes ante el dinamismo, y tampoco han frenado drásticamente la transformación digital en marcha. De esta manera, el 58% de las empresas españolas han alcanzado sus objetivos de digitalización.
Esta actualización cuenta con algunos retos más: la aceptación dentro de la empresa, mantener los presupuestos y depender de la tecnología heredada. Las consecuencias de que las empresas salgan exitosas o no de estos desafíos también las muestran los datos: el coste por proyectos fracasados, cancelados o con retrasos superó los 4,3 millones de euros de media.
Pero los beneficios son mayores que las pérdidas en la mayoría de los casos, y además el 100% de las empresas han implementado o identificado oportunidades para proyectos de digitalización que no creían posibles a finales de 2021.
En Merco analizamos cada año la reputación empresarial, y uno de los factores es precisamente la transformación tecnológica. Dentro de Merco Empresa, uno de los factores que se toman en cuenta es, por tanto, Merco Digital.
Los datos que se utilizan son el uso y la viralidad de los canales propios, las apariciones en prensa online y blogs especializados, las valoraciones de empresas realizadas por usuarios con alta influencia en redes sociales, y las menciones a las compañías realizadas por el resto de usuarios de las RRSS.
Esas son las cuatro evaluaciones más objetivas, pero se tienen en cuenta también dimensiones como la económica, medioambiental, de innovación, comercial, social, ética y de talento. Las tres empresas con más reconocimiento digital en 2023 son Carrefour, Iberdrola y Microsoft.