Las empresas más reputadas cuentan con los mejores equipos de comunicación. Y, si bien es cierto que la comunicación en sí misma no genera reputación, sí que la pone en valor. Por ello, hay que reivindicar la importancia de la comunicación y a quienes se hacen cargo de ella, ya que es evidente que se produce un círculo virtuoso entre la capacidad de comunicar y el liderazgo reputacional.
Y así lo demuestran los resultados de la 10ª edición de Merco Empresas Argentina 2024, donde observamos que las empresas que lideran los rankings de reputación como el de Merco son un claro ejemplo de cómo una comunicación bien gestionada puede traducirse en reconocimiento y liderazgo.
No en vano, buena parte de equipos de comunicación que aparecen destacados en el ranking Merco de los mejores equipos de comunicación forman parte de las compañías que encabezan el ranking de las empresas más reputadas.
De este modo, los datos extraídos por Merco en 2024 colocan, un año más, en primera posición a Mercado Libre como empresa con mejor reputación, pero no es casualidad que también lo esté su equipo de comunicación. Y a él le siguen los departamentos de comunicación de Coca-Cola, Toyota, Banco Galicia y Cervecería y Maltería Quilmes, cuyas empresas están igualmente situadas en posiciones privilegiadas dentro del ranking general de Merco Argentina 2024.
Esto refuerza la idea de que, detrás de una organización reconocida y reputada, no solamente hay un buen producto o servicio excepcional, sino una narrativa sólida que es capaz de conectar con los distintos grupos de interés.
Queda claro que la labor de los responsables de comunicación va más allá de gestionar la imagen de marca y han de construir relaciones de confianza con sus stakeholders, reforzando la identidad empresarial y garantizando que los valores de la organización se transmiten de manera coherente y estratégica. De lo contrario, esta falta de coherencia puede hacernos perder recursos, credibilidad y eficacia.
Los responsables de comunicación son mucho más que emisores de mensajes; son los guardianes de la marca corporativa y, en un contexto empresarial cada vez más competitivo y globalizado, la comunicación efectiva se convierte sin duda en un activo estratégico y factor diferenciador.
En este sentido, la importancia de los equipos de comunicación radica en su capacidad para interpretar las demandas de los públicos a los que se dirigen, anticiparse a las crisis, y adaptarse a entornos en constante cambio. Un plan efectivo de comunicación, además de transmitir información y persuadir, tiene que actuar como un puente entre las empresas y la sociedad, generando un impacto positivo y duradero en el tiempo.
Para ello es imprescindible que las empresas sigan apostando por fortalecer sus áreas de comunicación y dotarlas de los recursos necesarios para enfrentar los desafíos actuales, tanto materiales como de personal. Reconocer y potenciar el rol de estos equipos es esencial para seguir construyendo e impulsando la reputación. Porque comunicar bien no ha de ser un mero complemento, sino el factor clave que sirva para consolidar el éxito empresarial.
José María San Segundo Encinar
CEO de Merco