El proyecto “Mandorlo”, de Aboca, se lanzó con ocasión del día nacional del árbol. Representa un ejemplo brillante de cómo una estrategia empresarial puede combinar la sostenibilidad ambiental y el compromiso social. En una época en la que la sostenibilidad abarca aspectos que van mucho más allá de la mera protección ambiental, Aboca ha destacado un compromiso distintivo hacia la biodiversidad y el bienestar de sus empleados. La decisión de plantar un árbol por cada nuevo hijo de los empleados del grupo indica un profundo respeto por la naturaleza, pero también la importancia del bienestar familiar y la igualdad de oportunidades en el trabajo. Esta iniciativa refleja un enfoque integrado y completo hacia la sostenibilidad, valorizando tanto el ambiente como las personas y contribuyendo significativamente a la reputación positiva de Aboca en el mercado y en la comunidad.
¿Cómo se inserta el proyecto Mandorlo en la amplia estrategia de sostenibilidad de Aboca? ¿Es posible ver esta iniciativa como un modelo para integrar prácticas ambientales con el apoyo a los empleados y sus familias?
La idea nació para «celebrar» a los recién nacidos. Es algo que siempre hemos hecho, aunque ahora de manera más clara. Por un lado, queríamos respaldar a los padres con un apoyo concreto (un premio económico y algunos regalos) y, por otro, con una acción simbólica y llena de significado: hacer crecer una planta que, como un recién nacido, sostiene nuestro futuro.
Cito las palabras de un nuevo padre: «Por la mañana, cuando entro en la empresa y lo primero que veo son los 20 árboles plantados, todo el sentido de mi trabajo para las nuevas generaciones adquiere evidencia plástica. Deberíamos cuidar nuestro planeta, cuidando nuestras plantas y árboles, al igual que cuidamos de nuestros hijos«.
La elección del Día Nacional del Árbol para una empresa que, como Aboca, se dedica a estudiar la naturaleza para la salud del hombre da aún mayor valor a esta elección. El proyecto se inserta dentro de un camino más amplio. Aboca ha elegido ser una Sociedad Benefit, lo que significa que, además de buscar el beneficio, tiene el deber de actuar por el bien común. Para hacer esto, ha incluido en su estatuto 6 fines de beneficio común. Entre los objetivos, está el de dar valor a las personas. Esto, entre otros aspectos, significa trabajo remoto para los nuevos padres y flexibilidad personalizada, así como escucha y cuidado, convenios con estructuras escolares, guarderías y centros de verano. El proyecto Mandorlo se inserta perfectamente en la sostenibilidad sistémica que impregna todo nuestro actuar.
¿Cómo se vincula el proyecto Mandorlo en el esfuerzo por promover el equilibrio entre la vida profesional y personal de sus empleados? ¿Qué otras iniciativas o políticas ha implementado la empresa para apoyar el bienestar y la salud mental de los colaboradores?
Como Sociedad Benefit estamos obligados a reportar todas las acciones en este sentido, y es posible consultar nuestro informe de impacto. Comprende desde la activación de la plataforma de bienestar empresarial hasta la posibilidad de trabajo remoto. Todo ello, junto a una constante actividad de formación y un sistema de Development Management para acompañar de la mejor manera el crecimiento de las personas.
En relación con el tema de la salud mental, más allá de los socios externos presentes en la plataforma de bienestar y convenios con profesionales locales, aún no tenemos un programa integrado (solo citamos un convenio muy apreciado por los empleados con un grupo de profesionales en «mediaciones familiares»).
Bienestar y satisfacción de los empleados, su inclusión, son aspectos fundamentales de la sostenibilidad empresarial.
¿Podrían explicar cómo el proyecto Mandorlo contribuye a definir la reputación empresarial de Aboca y qué impactos positivos ha tenido hasta ahora tanto internamente como en la percepción del público?
No hemos medido el impacto en el público, ya que el proyecto nació con un propósito principalmente interno. Los empleados, eso sí, nos han expresado su aprecio y su participación.
Independientemente de la modalidad y de la pequeña ceremonia en la que plantamos los árboles, creo que se trata de una modalidad de acción que forma parte de nuestro ADN empresarial. Creo que se reconoce la coherencia que hemos tenido en estos temas: la contratación de una becaria embarazada, o el nombramiento de una compañera de mando intermedio como directora durante su baja por maternidad, son sólo dos ejemplos. Se trata de acciones connaturales a nuestra forma de actuar y que, en nuestra opinión, deberían ser actos «normales»: el embarazo no puede y no debe ser un obstáculo para el crecimiento y la carrera de una colega; es un intenso período de ausencia en el que tratamos de mantener viva la relación entre la nueva madre y el resto de la empresa.
Esto también ocurre gracias a un programa ad hoc llamado «Ri-Welcome Traning», específico para los compañeros que regresan de la baja de maternidad o paternidad. Aunque no sea parte de un acuerdo sindical, nuestras RSU han participado en la elaboración del plan, contribuyendo con su punto de vista.
Francesca Pucci